Columna de Opinión
Por Roberto Gaete , 14 de octubre de 2020En la búsqueda del consumidor responsable
En su primera columna para Diario Sostenible.cl, Anita Carreño de Rekaba, nos muestra un camino de cambio y sustentabilidad en cuanto al consumo.
En la actualidad se han instalado nuevos paradigmas referidos a lo que es el concepto de consumidor responsable. Existe una fuerte tendencia de ciertos sectores, de lograr educar y transformar a la población en consumidores responsables, consciente de lo que hay detrás de un producto a la hora de comprar.
Entenderemos entonces que un consumidor responsable es aquel que tiene hábitos de consumo de acuerdo con sus necesidades reales; que tiene conciencia del origen de los productos que usa y que va en pro del cuidado del medio ambiente, del Planeta.
Sin embargo, aún poco o nada se sabe de la vida de los productos que cada día consumimos; quién los fabrica o genera, cómo se producen y cómo llegan a nuestra mesa, a nuestra casa; instalando un motivo de preocupación y un espacio para generar cambios.
Hay una serie de asuntos que debemos conocer, antes de poder transformarnos en consumidores y además responsables; como conocer los procesos y condiciones en los que se producen estos bienes y servicios, y el grado en que éstos perjudican directamente la salud de las personas o al Planeta del que dependemos, mencionando entre ellos:
Considerar el impacto ambiental desde el punto de vista de ciclo de vida del producto al comprar, valorando los procesos de producción, transporte, distribución, consumo y residuos que deja el producto.
Conocer acerca de las empresas, productos o servicios que en sus procesos respeten el Medio Ambiente y evaluar además, las buenas prácticas de precio justo, para preferirlos frente a otros que no cumplan con los citados requisitos. Esto es asegurar la calidad de lo comprado.
Fomentar un consumo responsable es entender que los recursos naturales no son renovables y que las generaciones futuras deben tener las condiciones necesarias para poder vivir.
Existen tres aspectos fundamentales de consumir que constituyen lo que se denomina “consumo responsable”.
Consumo ético: se trata de discernir entre una necesidad real de la persona y de las creadas por la publicidad que promueven al consumismo.
Consumo ecológico; a partir de reducción, la reutilización y el reciclaje. La opción de producción artesanal, productos de origen orgánico y toda forma que tenga como metodología el cuidado del medio ambiente.
Consumo social o solidario; acercar al productor y al consumidor final para eliminar las mediaciones que suben los precios. Se trata de pagar lo justo por el trabajo realizado.
El consumidor responsable puede actuar como tal, tanto al comprar alimentos en un supermercado, verdulería y elegir los productos que en su envase sean lo más amigable posible con el Medio Ambiente, impacto social, calidad. Si elegimos un producto en un envase plástico, que ese envase por lo menos tenga el símbolo del Reciclaje indicando el tipo de plástico que es. Con esto estaremos ayudando a proteger los limitados recursos naturales del Planeta, teniendo claro que como sociedad tenemos un poder que radica en nuestra capacidad de elegir qué y cómo consumimos y los efectos que ejerce este poder.
Un consumidor responsable es una persona informada y consciente de sus hábitos de consumo, además de conocer y exigir sus derechos como consumidor, busca la opción de consumo con el menor impacto posible sobre el medio ambiente y con el menor impacto negativo posible sobre el entorno y con un efecto positivo en la sociedad. Esta manera responsable de consumir se traduce en muchos pequeños actos y decisiones diarias.
Se dice que los millennials son la fuerza impulsadora que hay detrás del cambio hacia productos sostenibles y tienen más del doble de probabilidades de tomar decisiones basadas en el impacto ambiental.
En definitiva, ser un consumidor responsable te hace consciente del impacto que produces en el Planeta y así puedes contribuir a mejorar la calidad de vida de todas las personas que lo habitamos. Por eso si todavía no lo has hecho, te invito a hacerlo.
Es tiempo que los empresarios que aún no rotulan sus envases plásticos, lo hagan. Esta acción responsable sería un gran aporte a los recicladores base, que tanto trabajo deben realizar para hacer la separación de estos residuos correctamente y continuar así con una economía circular que hoy es cada día más importante y necesaria.
El maravilloso proceso de educar a un consumidor responsable, para cambiarlo; considera estos sencillos consejos:
Sólo comprar lo que realmente necesite, es recomendable pensar antes de adquirir un producto si realmente lo necesita o no. Para ello es necesario hacer una lista antes de acudir al lugar de compra.
Evitar que la influencia de la publicidad nos cree necesidades innecesarias y no dejarnos llevar por los impulsos a la hora de comprar. También hay que valorar la opción de intercambiar, reutilizar o reparar antes de reemplazar un producto.
Ponte la camiseta de las R, reducir, reutilizar, reparar y reciclar.
Preferir productos locales que se vendan cerca de tu casa o barrio, así como productos ecológicos, precio justo o justo precio. En economía es el precio que permite al productor o comerciante vivir dignamente con su actividad y a la vez permite que el producto o servicio esté al alcance de la mano de quien realmente lo necesita. Este concepto de precio justo se ve especialmente en pueblos o ciudades pequeñas, donde pequeños productores elaboran sus productos locales y se venden en ferias locales o tiendas.
Cada vez que compres algo, debes pensar en los residuos que genera.
Evita los productos de usar y tirar, sino son estrictamente necesarios.
Rechace las bolsas plásticas que dan en los supermercados, recuerde siempre llevar tus bolsas de tela, papel o cartón.
Compre el contenido y no el envase, muchas veces pagamos más por el envoltorio que el propio producto. Y que luego se tira a la basura.
Elija los productos en envases de vidrio, son más ecológicos que guardarlos en plástico y aluminio.
Recuerde que hay productos que son amigables con el medio ambiente y que han sido creados con el objetivo de preservarlo.
Compre productos que sean reciclados, optar por la compra de productos que puedan ser reutilizados y evitar las compras en envases de un solo uso.
La acción de usar y tirar tiene un gran costo a nivel mundial en Medio Ambiente y favorecen aún más la contaminación de nuestro Planeta. Con esto podemos concluir que la Economía Lineal de usar y tirar, debe ser cambiada por una Economía Circular donde no exista la palabra residuo y todo pueda volver hacer nuevamente procesado y transformado en una materia prima preciosa dándole, una segunda vida con un valor agregado en nuevos productos.
Al momento de ir de compra recuerda siempre llevar tus bolsas y al elegir tus productos favoritos; elige el que tenga el menor embalaje posible.
Los productos de segunda mano son una muy buena opción y esta alternativa se está popularizando mucho a la hora de comprar, especialmente en el sector textil; es una muy buena alternativa comprar RU como yo las llamo (ropa usada). Con esta opción te aseguro que tu compra será única.
Ahorro económico, un consumo responsable por ejemplo de agua y electricidad va ligado a un ahorro económico. El ahorrar agua y energía es una tarea que tenemos pendiente y es indispensable hacerlo ya!