“Las salmoneras son incompatibles con las áreas protegidas": Peter Hartmann sobre informe de 30 años de la industria en Aysén

El autor de la publicación y presidente de la Agrupación Aisén Reserva de Vida conversó con Diario Sostenible sobre los principales resultados y reflexiones del estudio.

Recientemente la Agrupación Aisén Reserva de Vida dio a conocer un revelador informe que aborda la mirada hacia 30 años de la presencia de concesiones salmoneras en áreas protegidas en la patagonia, con el objetivo de transparentar y evaluar la ubicación e impactos que la industria ha desempeñado en el territorio.

Se trata de la publicación “Salmoneras en áreas protegidas de la Región de Aysén” que a través de sus 26 páginas y siete capítulos invita al lector a conocer la magnitud de intervenciones en estos espacios destacados por su rica biodiversidad marina, junto con develar también el rol que juegan para la cultura y la sociedad.

Su autor, Peter Hartmann Samhaber, director del Comité Pro Defensa de la Fauna y la Flora (Codeff) Aysén y presidente de la Agrupación Aisén Reserva de Vida, conversa con Diario Sostenible sobre los principales resultados y reflexiones que deja el estudio.

“La idea surge ante la necesidad de contar con mayor información sobre qué está pasando con la salmonicultura en las áreas protegidas de la Región de Aysén y de establecer por qué esta actividad no es compatible con estos espacios de conservación ante continuos problemas y polémicas”, explica el dirigente ambientalista.

Esto dado que tal como revela el informe, citando el trabajo de Mellado, Villanueva y Gorostiag, de las 855 concesiones presentes en las regiones de Aysén y Magallanes, unas 442 se encuentran en áreas protegidas con un total de 4.081 hectáreas de mar, permitiendo cosechar un 51% de la producción total. Siendo la Reserva Nacional Las Guaitecas el área protegida con mayor número de concesiones. 

A esto también se suma la especial mención de 14 concesiones al borde de la Isla Magdalena, uno en Queulat, más de 20 en Melimoyu, uno en el Monumento Natural Cinco Hermanas, cuatro en Laguna San Rafael, dos de ellas en proceso de relocalización.

El documento también aborda los principales efectos sobre el ambiente de la presencia de esta industria, revisando investigaciones científicas, de organizaciones y entidades fiscalizadoras, repitiendo resultados como: enmalle, choques, heridas y contaminación a fauna silvestre inclusive especies en peligro como cetáceos y huillines.

Junto a destrucción y fraccionamiento de hábitat y contaminación, desertificación del fondo marino por residuos orgánicos y químicos, además de contaminación de fondo y playas con desechos de los centros.

“En el desarrollo del informe, fue sorprendente descubrir lo importante que era una entrevista que hicimos años antes a la Dra. Verena Häussermann respecto a la pérdida de 75% de biodiversidad en diez años en áreas con salmoneras”, destaca el autor.

Esta investigación realizada por la científica y bióloga alemana, que fue citada en el informe, reveló, gracias a un estudio realizado en sitios del estuario de Comau en la Región de Aysén, la disminución del 75% de biodiversidad a causa de la actividad del cultivo del salmón y su contaminación como desechos orgánicos, uso de antibióticos y la sobreproducción de mitílidos.

Escenario de caducidad 

Otro punto que se analizó en el informe fue identificar y analizar la distribución, origen, concentración y control de las concesiones y su situación de caducidad e hipotecas.

“Algunos de los resultados que más me sorprendieron fue descubrir que las empresas usan sólo 23% de sus concesiones, que estas se encuentran en un 42,3% hipotecadas, 42,6% de las concesiones están en manos de transnacionales y que 37% están caducables", detalla el presidente de la Agrupación Aisén Reserva.

"Esto demuestra lo falaz del discurso y actuar de las empresas y que aparentemente están más preocupadas de especular que de producir, mientras piden a gritos más concesiones”, comenta.

En este sentido, la publicación también destaca que nueve empresas con capitales extranjeros controlan 175 concesiones y 1.294,84 hectáreas. Siendo Agrosuper la empresa con mayor concentración de concesiones con 223.

“Las salmoneras son incompatibles con las áreas protegidas y no deben estar ahí. La institucionalidad les dio “chipe libre” y ahora las empresas no están dispuestas a dejar que se haga cumplir la ley. Una historia muy repetida es la de las basuras salmoneras, su efecto más visible, mientras firman acuerdos de producción limpia. Historia de falsos, al fin y al cabo y las basuras es sólo la punta del iceberg”, reflexiona Hartmann.

Así también, se refirió a la campaña Salvemos la Patagonia. Iniciativa que es impulsada desde agosto de 2024 por la Alianza por la Defensa de las Áreas Protegidas, que componen 52 organizaciones, entre ellas Codeff y Aisén reserva, y que busca sacar la industria de la salmonicultura desde el interior de las áreas protegidas de la patagonia.

“No tenemos problemas en que se cultive regenerativamente, que es muy distinto a la forma industrial que tienen hoy las empresas, sin embargo, la actividad debe realizarse fuera de áreas protegidas. Por lo demás, Chile suscribió y refrendó la Convención de Washington en 1967, en la cual se establece que no están permitidas actividades comerciales e industriales dentro de las áreas protegidas, lo cual se está vulnerando”, enfatiza.

Revisa el informe completo en: https://www.aisenreservadevida.cl/2024/12/09/salmoneras-en-areas-protegidas-de-la-region-de-aisen/