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Por Roberto Gaete , 19 de enero de 2021En Cochamó buscan mecanismos para la producción armónica en el rubro apícola
“Para que esto funcione, es fundamental que todos los apicultores residentes se encuentren registrados en el SAG”, dijo el director regional Eduardo Monreal.
El Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, Región de Los Lagos ha estado trabajando, en el contexto de la Mesa Apícola, con apicultores residentes de la comuna de Cochamó para definir algunos mecanismos que contribuyan a gestionar esta actividad productiva desde una mirada sanitaria, territorial y en coordinación con otros actores como los transhumantes (apicultores del norte que arriban a la zona en búsqueda de flora para alimentar a sus colmenas).
“Hemos recogido la preocupación, de apicultores de Cochamó, por poner en marcha un modelo de manejo respetuoso de la apicultura en la zona y regular el ingreso de colmenas y de apiarios que arriban cada temporada, que es una práctica de manejo de las abejas que está permitida, conocida como transhumancia, pero que es necesario conciliar para evitar una sobrecarga de colmenas, viéndose afectada la disponibilidad de flora para las abejas de apicultores residentes”, sostuvo Eduardo Monreal, director regional del SAG.
“Como Servicio, nuestra misión consiste en verificar que se cumpla con la normativa vigente. En ese sentido, el SAG cuenta con un sistema de trazabilidad apícola que obliga a los apicultores a registrarse anualmente, a declarar el número de colmenas y apiarios que poseen, señalar su ubicación, y otras características asociadas al destino productivo (miel, polen, otros). De tal modo que la primera exigencia para los transhumantes es portar el Formulario de Registro de Apicultores y tener al día su Declaración de Apiarios, FRADA. Quienes no cumplan con la normativa evidentemente arriesgan sanciones”, enfatizó.
Además, desde la Red de Apicultores, APIRED, surgió la iniciativa de elaborar un mapa informativo con predios donde se encuentran ubicados los apicultores residentes de tal manera de definir espacios disponibles y menos saturados para que se ubiquen los transhumantes (predios que se arriendan para recibir colmenas procedentes del norte). “Para que esto funcione, es fundamental que todos los apicultores residentes se encuentren registrados en el SAG”, dijo Monreal.
La autoridad regional agrego que “los procesos productivos apícolas cuentan con una dinámica específica y en ese sentido es positivo que, a través de la Mesa Apícola, los distintos actores puedan intercambiar ideas y acordar formas de producción armónica que permitan dar garantías sanitarias y caracterizar al sector apicultor comunal”.
Por su parte, el seremi de Agricultura, Eduardo Winkler, indicó que “como Ministerio de Agricultura estamos promoviendo el trabajo asociativo en todas sus formas y, particularmente, en la actividad apícola donde tenemos una gran cantidad de productores. En Cochamó, el desafío es poder conciliar el trabajo de los apicultores residentes y los trashumantes para no sobrecargar productivamente el territorio, más bien producir en armonía y más sustentablemente. Yo invito a los productores y autoridades locales a sumarse a este trabajo y articular mecanismos de producción que fortalezcan esta actividad que es tan importante en la zona”.
Según datos del Boletín Apícola del SAG (mayo 2020) el 60% de las colmenas existentes en el país realizan transhumancia. El mayor porcentaje de colmenas que lleva adelante esta práctica son aquellas ubicadas entre las regiones de O´Higgins y El Maule. En tanto la principal actividad del rubro a nivel nacional es la producción de miel (98% de los apicultores se dedican a esta actividad); un 27% a la polinización y un 16% a la venta de material vivo. Luego, y en menor porcentaje, se ubican quienes se dedican a producir polen, propóleo, jalea real, cera, y a la apiterapia.
Sanidad Apícola
A través de la vigilancia sanitaria, el SAG también apoya de manera permanente al rubro apícola. Estas acciones permiten prevenir el ingreso de enfermedades exóticas (pequeño escarabajo de la colmena), mantener bajo control las enfermedades endémicas (loque americana, loque europea, varroasis, nosemosis) y facilitar los procesos de certificación de exportaciones.
“La principal enfermedad, en términos de prevalencia, en los últimos 5 años en abejas en Chile es la varroasis. En tanto enfermedades como loque americana y loque europea se presentan en forma esporádica y localizada en algunas regiones del país y con baja prevalencia”, explicó Eduardo Monreal.
Finalmente, el director regional del SAG sostuvo que “la atención de denuncias es otro mecanismo que pone a disposición nuestro Servicio, de tal modo que el llamado a los apicultores es siempre a dar aviso oportuno sobre la presencia de enfermedades, que no le sean conocidas, en las abejas y en las colmenas”.