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Por Claudia Vargas García , 11 de enero de 2022

Comunidad humedal y su lucha por poner en valor un territorio patrimonial en Los Ríos

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Un Programa de Desarrollo Comunitario ha sido clave para costear infraestructura, conectividad y potenciar el turismo en la zona que rodea el humedal del río Cruces.

Un territorio poco visible, comunidades con carencias en servicios básicos y altamente impactado por la contaminación de sus aguas, hoy avanza con mayor organización y un Plan Maestro que orienta el camino para el desarrollo local. Su finalidad es generar comunidad y orientar inversiones en beneficio de las localidades aledañas al humedal del río Cruces, pertenecientes a Valdivia y San José de la Mariquina.

Los orígenes de la Comunidad Humedal se remontan al año 2014, luego de que un fallo judicial dictaminara que una de las medidas de reparación por el desastre ambiental en el río Cruces era la implementación de un Programa de Desarrollo Comunitario para el humedal. Así es como juntas de vecinos, organizaciones comunitarias y productivas, Comités de APR, comunidades mapuche, y otras aledañas al humedal, formaron una asociación que integran hoy a 63 organizaciones. Desde entonces trabajan intensamente para invertir los recursos del Programa de Desarrollo, donde los mecanismos más relevantes son el Plan de Conectividad y los Polos de Desarrollo.

La gobernanza del Programa de Desarrollo fue un punto de inicio para conectar a las comunidades y sus dirigentes en un territorio que había perdido su conexión fluvial. “La contaminación obligó a todos a mirar de nuevo el río, que había sido su punto de comunicación ancestral, y Comunidad Humedal recupera y actualiza esa conexión para levantar un proceso de gestión local comunitaria con más participación e incidencia en las políticas públicas”, expresó José Araya, Secretario Ejecutivo de Comunidad Humedal.    

“Del Programa pasamos a un Plan Maestro y comenzamos a trabajar. Se armó una cartera de iniciativas con un objetivo en común que reconocía el turismo de naturaleza como un eje de desarrollo. Desde aquí se han generado muchas acciones, inversiones y alianzas estratégicas para el desarrollo productivo, donde se han establecido muchos convenios y relaciones de colaboración”, señaló Claudia Bustamante, profesional que dirige el Plan Maestro de la comunidad.

Un aspecto que el equipo técnico del Plan Maestro observó inmediatamente fue que el territorio era una zona rezagada, donde existía escasa inversión pública y muchas deficiencias básicas. Convenios con los municipios de cada comuna, el MOP y alianzas con servicios públicos sumaron más financiamiento para avanzar en este sentido. “Hay que rescatar que aquí se da un sistema de organización y de gobernanza único. Mesas sectoriales periódicas y un directorio que se reúne semanalmente que van proponiendo y resolviendo”, comentó Claudia Bustamante, dando cuenta de una coordinación y compromiso que continúa en el tiempo.

Una visión positiva de este trabajo tiene el Gobernador Regional de Los Ríos Luis Cuvertino, cuya mirada integral permite trabajar de acuerdo a las prioridades del territorio a través de los recursos de los municipios y del Gobierno Regional. “Es un aporte sustancial a la calidad de vida de las familias que ahí viven que proyecta una vocación turística y que puede desencadenar a futuro acciones de carácter productivo. Como Gobierno Regional sentimos que aquí hay un aporte muy importante que se debe mantener en el tiempo y que permita crear capacidades en el territorio”, afirmó.

Generando cambios

Son múltiples los proyectos que están en ejecución y otros en diseño donde las comunidades cumplen un rol protagónico en el desarrollo de su territorio.

Pablo Gallardo, director territorial de Comunidad Humedal, del sector Cayumapu, manifestó que valoran los efectos positivos que esto conlleva. “También es valorable el hecho de que trabajemos asociativamente. Muchos fondos de Comunidad Humedal tienen el nombre de conectividad y la conectividad no es solo caminos, sino interactuar con los vecinos, conocer sus modos de vida y experiencias”, expresó.

En el sector de Cabo Blanco destacó las mejoras realizadas a una feria costumbrista y la creación de infraestructura relacionada al turismo. También se construyó una sede para el Comité de Agua Potable, entre otras iniciativas, las cuales dice “no habrían avanzado de la misma manera que si se hubieran realizado solo desde los organismos estatales”, destacando la gestión comunitaria que permite acelerar los procesos de diseños y luego la inversión. 

La zona de Cayumapu se vio beneficiada por la construcción de un mirador y pasarelas que puso en valor el sector y potencia el turismo en el humedal. “Para las pasarelas se habilitó un sitio eriazo que se encontraba al lado de una planta de tratamiento de aguas servidas. Era un terreno que estaba botado y ahora se le cambió la cara un lugar que era como el patio trasero”, opinó Gallardo.

Agregó que “hay un punto de inflexión a través de uno de los mecanismos de inversión del Programa que fomenta Polos de Desarrollo local, y que corresponden a recursos cuyo fin es producir efectos detonantes en el territorio”.

Desde Punucapa, Dolores Rodríguez, presidenta de la Junta de Vecinos de esta localidad, indicó que existen proyectos emblemáticos que habían estado detenidos por mucho tiempo, pero que gracias al aporte de Comunidad Humedal hoy se encuentran en marcha. “El más importante es el Centro Cultural Ambiental de Punucapa, una iniciativa participativa entre el equipo de CONAF, arquitectos y vecinos, donde estará la sala de administración del Santuario de la Naturaleza”, señaló.

Pero además de esta construcción está el edificio comunitario que contará con una sala de interpretación, sala de reuniones, auditorio para 100 personas y la biblioteca. La obra debería estar finalizada en el primer semestre del 2022.

No menos importante es la restauración de la iglesia de Punucapa, la más antigua de la región de Los Ríos. “Decidimos aportar como comunidad 55 millones de los Polos de Desarrollo para su restauración. Un equipo de arquitectos de Chiloé ya ha cambiado la estructura que se encontraba muy dañada”, puntualizó.

Entre muchas otras iniciativas también está la construcción con mano de obra local de un muelle que hoy funciona para un circuito turístico, una sala de proceso para los apicultores donde habrá capacitaciones y un futuro Cuartel de Bomberos.

“Solo en Valdivia se han invertido un total de 84 millones de pesos y llevamos 2.100 millones de pesos adjudicados y licitados o en ejecución. En 5 años ya logramos recuperar con creces esa inversión. Lo que se traduce en calidad de vida, como el proyecto de electrificación rural en Quitaqui e Islas del Santuario”, destacó Claudia Bustamante.

“La infraestructura creada y propuesta es para promover un destino de naturaleza de primer nivel. Los proyectos en el humedal han pasado diversas etapas de participación y validación local, los controles técnicos y ambientales que se requieren para la inversión pública. Estamos demostrando que todo se puede hacer bien desde la gestión local y reducir en dos a tres años los ciclos de los proyectos de infraestructura. El territorio del humedal del río Cruces tiene un gran potencial por sus recursos naturales, historia y belleza paisajística, y el modelo de gestión es un aporte a nuevas formas de relación entre la comunidad y el Estado, que esperamos se siga apoyando y sea un ejemplo que se pueda replicar en otros territorios” destacó la profesional. 

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