Ataque de lobo marino en Valdivia pone en alerta a locatarios de la Feria Fluvial

Los comerciantes del sector realizan un llamado al municipio local para tomar acciones frente al grave hecho.

Desde salmones, merluzas y hasta erizos perdió la dueña del puesto 32 de la Feria Fluvial de Valdivia, esto luego que el domingo 27 de noviembre ocurriera un ataque de lobo marino, que provocó destrozos en el lugar de trabajo de uno de los punto turísticos y focales de la perla del sur.

Según cometa Solange Cárcamo, dueña del puesto, la situación que vivió no es ajena para los vendedores del sector, dado que en más de una ocasión estos animales han saltado la barrera para robar mercancía, provocando daños comerciales y mordiendo a vendedores.

“Estuvimos toda la mañana con el lobo atrás del puesto, entonces se acercaba y lo correteábamos. Se iba y luego volvía", dice la comerciante.

"En un momento me doy cuenta que el lobo está detrás mío y se sube al puesto y se come todo”, narra la dueña del local. 

Además Cárcamo, quien en ocasiones anteriores fue mordida por estos animales, menciona que el problema está relacionado a la mala infraestructura de la reja que está posicionada en el mercado y la mala administración para deshacerse de los desechos.

“Lo que pasa es que todos trabajamos limpiando pescado y nosotros votamos los huesos y cabeza en la parte de atrás. La municipalidad tiene solo cuatro tarros para la basura para toda la feria y estamos hablando 32 puestos de pescados más 34 puestos de verdura y luego nos echan la culpa a nosotros que los alimentamos y que por eso están acá", declara Cárcamo.

"Además, las rejas que hoy existen no funcionan. Los lobos marinos dan la vuelta por las otras aperturas que hay en la costanera y llegan al mercado ”, agrega.

Sin embargo, la situación tiene un trasfondo aún más amplio de acuerdo a lo señalado por el experto en mamíferos marinos de la Universidad Austral de Chile, Rodrigo Huck quien señaló a Diario Sostenible, que los lobos marinos en la ciudad presentan una sinantropía (capacidad de algunas especies de fauna que habitan en ecosistemas urbanos) fomentada que puede causar tanto beneficios como desventajas.

“La caracterización de estos grupos de animales que han llegado al mercado fluvial son machos viejos y algunos juveniles, quienes no participan de la reproducción de verano", comenta.

"Efectivamente hay un sinantropía fomentada para que los animales permanezcan acá y eso tiene ventajas y desventajas como el atractivo turístico y por otro lado, los potenciales ataques ya que son animales salvajes”, informa.

“El contacto directo entre lobo y humano no debería ser fomentado, como sucede en la costanera en donde hay rejas que están abiertas para que los lobos suban a esta colonia de descanso. Eso es potencialmente peligroso. Debería entonces ser un acceso más restringido, para así también proteger a estos animales”, agregó el especialista.

En este sentido la locataria realiza un llamado de atención a las autoridades municipales para brindar condiciones seguras en el lugar de trabajo.

“Nosotros ya nos cansamos. Yo no sé qué está esperando el municipio, a que pase algo peor, porque los lobos marinos ya han mordido a más de una persona aquí. Quiero una indemnización y quiero pelear por todos acá”, señala Solange Cárcamo.