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Por Valentina Cortés Lehuei , 4 de noviembre de 2022 | 14:40Más de 17 millones de hectáreas son reconocidas como reservas de la biosfera en Chile
Cada 3 de noviembre se recuerda la importancia de preservar estos espacios naturales promoviendo la investigación y el desarrollo sostenible.
Con 17,3 millones de hectáreas reconocidas como Reservas de la Biosfera, Chile celebró este jueves 3 de noviembre el Día Internacional de la Reservas de Biosfera, instaurado por la Unesco, para resaltar el valor del desarrollo sustentable.
De hecho el país posee en la actualidad diez territorios que han recibido el reconocimiento internacional como Reserva de Biosfera por parte de la Unesco donde 5,8 millones de hectáreas corresponden a zonas marinas y 11,5 a zonas terrestres.
De estas últimas, 4,7 millones de hectáreas corresponden a 34 áreas silvestres protegidas por la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
Criterios para ser reserva
Para que un territorio sea considerado como reserva de biosfera los Estados o gobiernos nacionales deben cumplir con un conjunto de criterios, los cuales están establecidos en el Marco Estatutario de la Red Mundial de Reservas de Biosfera.
En este sentido, el director ejecutivo de Conaf, Christian Little, resaltó el compromiso del estado de promover las prácticas del Programa el Hombre y la Biosfera (MAB) a través del desarrollo socioeconómico sostenible, mediante un proyecto territorial.
"Este se desarrolla mediante una gestión participativa, con una planificación de acciones a largo plazo, apoyadas en conocimientos científicos y que concilian el desarrollo sustentable territorial con elevados valores de biodiversidad”, informó.
Algunos de los criterios que debe satisfacer una zona para ser designada reserva de biosfera son: contener un mosaico de sistemas ecológicos representativos de regiones biogeográficas, tener importancia para la conservación de la diversidad biológica y ofrecer posibilidades de ensayar métodos de desarrollo sostenible en escala regional.
Además, aplicar mecanismos que faciliten la integración y participación de una gama adecuada de sectores, entre autoridades públicas, comunidades locales e intereses privados, en la concepción y ejecución de las funciones de las reservas de biosfera.
En esencia, estos espacios se caracterizan por ser sitios de apoyo a la ciencia al servicio de la sostenibilidad, es decir, zonas especialmente designadas con el objetivo de probar enfoques interdisciplinarios para comprender y gestionar los cambios e interacciones de los sistemas sociales y ecológicos, según explicó Conaf.