Organizaciones ambientales de Los Lagos exigen sanciones para acusado de tala ilegal de bosque nativo

Se trata de una investigación iniciada en julio de 2022 contra un funcionario del SAG, que a la fecha aún no obtiene respuesta.

Ante la nula respuesta del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de la Región de Los Lagos sobre las posibles sanciones a uno de sus funcionarios, acusado de talar ilegalmente nueve hectáreas de bosque nativo para su beneficio personal, distintas organizaciones ambientalistas iniciaron una campaña que busca conocer el resultado del sumario que se inició hace más de un año.

Según grupos de defensa del ecosistema, preocupados por la constante depredación de milenarias especies vegetales, la entidad gubernamental tiene el deber de investigar hechos que afectan la probidad de sus empleados.

En la denuncia realizada ante el SAG de Los Lagos se establece que un ingeniero agrónomo de profesión y empleado de la oficina regional de la entidad, habría incurrido en prácticas alejadas de la ley con el objetivo de conseguir beneficios personales.

La investigación interna, fechada el 11 de julio del 2022, señala que: “de acuerdo a los sucesos descritos, el Director Regional del SAG Los Lagos, ha estimado necesario investigar los hechos, con el objeto de determinar la eventual responsabilidad administrativa de la persona involucrada”.

Sumario del que aún no se han conocido los resultados, ni las posibles amonestaciones para el funcionario de la institución. 

Bosques amenazados

La Región de Los Lagos es una de las más afectadas por la depredación. Así lo confirmó el antropólogo de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, Esteban Rivas, quien hizo hincapié en la importancia de su protección.

“El bosque no es sólo un paisaje, sino que también una histórica fuente de recursos para el desarrollo económico y social”, destacó.

De acuerdo a una investigación realizada por la Universidad de la Frontera en Temuco y de la Universidad Austral en Valdivia, se estima que desde el año 2000 se está perdiendo en promedio 30.000 hectáreas de bosque nativo cada año.

De seguir así en 50 años, se cree que la mayor parte de los bosques nativos serían renovables y aquellos de mayor valor de conservación (más antiguos) se concentrarían en zonas inaccesibles. 

Ello implicaría, por ejemplo, una pérdida genética irreversible en la flora y la fauna chilenas. También se presagian problemas con el suministro de agua para consumo humano.