Día del Reciclaje: Greenpeace advierte que Chile recicla menos del 8% de los plásticos

En el marco de la efeméride ambiental, la ONG hizo hincapié en los resultados que entregó el estudio de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico.

Este viernes 17 de mayo se conmemora el Día Internacional del Reciclaje y de acuerdo con cifras de la ONU, cada año se producen a nivel mundial más de 430 millones de toneladas de plástico, de las cuales dos tercios se tiran a la basura. 

En cuanto a la realidad local, la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla), detalla que el año 2022 en Chile se consumieron 1 millón 375 mil toneladas de productos derivados de este material, de los que se recicló un 7,8%, equivalentes a 106.870 toneladas. 

Desde la organización ambiental Greenpeace en Chile, apuntaron a que estas cifras demuestran que el reciclaje no es suficiente para resolver el problema de la basura y, por esta razón, los esfuerzos institucionales apuntan a la reducción del consumo y a que las industrias asuman sus responsabilidad en el caso. 

Un ejemplo es el “Tratado Global Contra la Contaminación por Plásticos”, instruido por la ONU en 2022 y suscrito por Chile y que busca reducir la producción y el uso de plásticos vírgenes. O las leyes locales, la Ley Responsabilidad Extendida del Productor (REP) del 2016, “No Más Bolsas Plásticas”, del año 2021 y “No más Plásticos” del año 2022. 

El rol de las industrias

La vocera de Greenpeace Chile, Silvana Espinosa, se refirió al estudio de Asipla, explicando que las cifras reflejan que la mayoría de los residuos van a parar a los vertederos, generando una serie de problemas ambientales.

"La única solución real para abordar la crisis de contaminación por plásticos es evitar su generación desde el origen. Se prevé que la producción de este material se triplicará antes del año 2060, lo que intensifica la urgencia de tomar medidas drásticas”, apuntó.

Frente a este panorama, Espinosa comentó que resulta imperativo que las industrias que contribuyen a la generación de plásticos y otros residuos en sus operaciones, asuman un papel proactivo.

"Es urgente y necesario que reformulen sus procesos productivos para eliminar o reducir drásticamente el uso de materiales que no se pueden reciclar y que sólo generan contaminación”, afirmó.

Además, la especialista señaló que estos esfuerzos también deben ser individuales, como la reflexión al reevaluar los hábitos de consumo y avanzar en la reducción del uso de plásticos.

Según las cifras entregadas por el ranking The plastic Waste Makers Index, elaborado por la asociación australiana Minderoo Fundation, el año 2021 Chile alcanzó los 51 kilos de plástico de un solo uso por habitante desechado al año, ubicando al país en el puesto 11 de las 100 naciones analizadas.

“Frente a este escenario, es importante recordar que en el ciclo de vida de los productos la reducción es el primer paso, el reuso el segundo y el último es el reciclaje”, complementó la vocera de Greenpeace. 

Reducir antes que reciclar: Qué podemos hacer

Desde la organización entregaron consejos como: evitar comprar productos envueltos en plástico, como por ejemplo, legumbres o frutas y elegir productos que estén envasados con cartón o vidrio. 

Otros tips también son evitar los productos desechables, comprar pinzas de madera de buena calidad para tender ropa y al renovar los contenedores para la comida, evitar comprar tuppers o films plásticos y mejor optar por recipientes de vidrio o envoltorios de cera de abeja o bee wraps. 

Medidas para gobiernos y empresas

Otro punto destacado por la organización ambiental en esta efeméride son las acciones que tanto los gobiernos como las empresas pueden poner en práctica para reducir.

Entre ellos está, fomentar el consumo sostenible y responsable del agua en los hogares, así como en la vía pública, instalaciones municipales y establecimientos de hostelería y restaurantes.

Implementar sistemas de incentivo a la devolución de envases, conocidos como sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR).

Fomentar la creación y el apoyo público a las tiendas de reparabilidad y comercios de segunda mano, así como a establecimientos que eliminen el uso innecesario de envases, primando la venta a granel y generando de este modo nuevos empleos en la economía circular.

Y por último, contar con supermercados con pasillos libres de plásticos.