Más de 2 mil cisnes de cuello negro han muerto por ataques de lobos marinos en Los Ríos

De acuerdo a los datos del Programa de Monitoreo del Humedal Río Cruces de la UACh, en otoño e invierno estos incidentes suelen aumentar.

Recientemente el Programa de Monitoreo del Humedal Río Cruces perteneciente a la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile (UACh), confirmó que desde el año 2018 se han registrado más de 2 mil muertes de cisnes de cuello negro a causa de ataques de lobos marinos.

Durante junio de este año, los reportes combinados del programa y censos de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) Los Ríos, dan cuenta de más de 150 cisnes muertos, lo que mantiene la tendencia de los años anteriores, en donde los meses con mayor depredación son justamente los de otoño-invierno. 

Según los datos del programa de Monitoreo del humedal del río Cruces y sus ríos tributarios, desde el año 2018 se han registrado 2366 muertes de cisnes por depredación de lobos, mientras que sólo 59 muertes se han registrado por otras causas, diferentes a la gripe aviar que afectó el año 2023.

El ecólogo de la Facultad de Ciencias, Dr. Eduardo Jaramillo, informó que desde hace seis años se observa este fenómeno, cuando un grupo de lobos juveniles se adentró en el Humedal del río Cruces, depredando masivamente cisnes de cuello negro.

“Los lobos son depredadores y si encuentran alimento van a comer. Nosotros hemos calculado el índice de depredación por mes, es decir, el número de carcasas recolectadas en un mes, dividido por el número de días de muestreo en ese mes y vemos que los ataques se concentran durante el periodo junio y septiembre”, explicó.

El especialista detalló además que justamente en estas fechas los cisnes se trasladan al interior del humedal ocupando zonas poco profundas, a las que los lobos no llegan en otras épocas del año.

Factor: actividad humana 

El Dr. Enrique Paredes, de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UACh, señaló que los cisnes devorados por los lobos muestran desgarro y pérdida de piel en la zona ventral, acompañada de pérdida de musculatura pectoral, fracturas costales y de esternón, así como la ausencia, a veces completa del estómago muscular, intestinos, hígado, corazón.

Por otra parte, el especialista advierte que los ejemplares analizados que no coinciden con los ataques de lobos marinos, muestran traumatismos graves por colisión con cables de los tendidos eléctricos, ataques de visones, entre otras causas.

Un último aspecto que los científicos destacaron, es que ambas especies se encontraron por la actividad humana, cuando se generó un punto de atracción para los lobos en la Feria Fluvial de la costanera de Valdivia, situación debido al “subsidio trófico” que estos depredadores encontraron con el descarte de los pescados que son vendidos en la misma.

"Esto muestra que Valdivia debería planificar su ciudad considerando este tipo u otro tipo de interacciones biológicas que ocurren en su entorno”, enfatizaron los expertos.

Desde el Programa de Monitoreo del Humedal Río Cruces evaluarán si durante los meses de invierno existe una disminución de descarte de pescado en la Feria Fluvial y si esto produciría que los lobos marinos se trasladen al humedal para depredar a los cisnes.