Agua que no has de beber ¡acumúlala!

El socio de Hidrogestión, Eugenio Celedón Correa, aborda en esta columna las responsabilidades hídricas derivadas de la Política Regional de Sostenibilidad de Los Lagos.

La Política Regional de Sostenibilidad Hídrica, impulsada por el Gobierno Regional de Los Lagos y desarrollada por Hidrogestión, dio cuenta que la región es excedentaria en términos de balance hídrico, es decir relación entre la oferta y la demanda de agua, ya que las precipitaciones de invierno son muy superiores a la demanda del recurso.

Sin embargo, la realidad hídrica durante el verano es cada vez más opuesta, generando un aumento de la frecuencia de veranos más secos y las consiguientes dificultades en la producción de biomasa requerida para la producción de leche, uno de los principales sectores productivos de la región y que se despliega sobre una superficie de cerca de 440 mil hectáreas de praderas.

A este respecto, cabe destacar que las proyecciones hacia el período 2035-2065 indican, además, un aumento de 1,2 °C en la temperatura promedio regional y una disminución significativa (16%) en las precipitaciones acumuladas en periodo estival, lo que requiere de una gestión eficiente y sostenible del recurso para esta época del año. 

Así, tal como en la zona central del país la disminución de los deshielos cordilleranos alerta sobre la importancia de construir embalses para la acumulación del recurso durante las lluvias, la misma línea de cambio climático para la zona sur justifica la planificación en obras de regulación de los recursos hídricos para los diferentes periodos de precipitaciones. 

La política plantea que existe una oportunidad real de transformar la Región de Los Lagos en el nuevo foco de desarrollo del riego a nivel nacional. Frente a este escenario, hay tareas que se desprenden para las autoridades y organismos gubernamentales, como otras que dependerán del compromiso y capacidad de inversión de los privados.

De tal modo que, así como la Comisión Nacional de Riego (CNR) tiene la misión de realizar estudios de ingeniería para proyectos de riego extra predial en apoyo a los agricultores y la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) la de resolver los embalses de mayor envergadura, así también los privados poseedores de derechos de aprovechamiento de agua superficial, habrían de invertir en la construcción de pequeños y medianos embalses que regulen su potencial de agua para riego en verano, mejorando sustancialmente su eficiencia productiva, la que en palabras de agricultores que ya han realizado este tipo de obras, puede incluso duplicar la producción de leche para este período. 

Promover el desarrollo del riego en la región es una de las principales respuestas a los desafíos que impone el cambio climático, como es también una oportunidad para potenciar el desarrollo productivo, avanzando en infraestructura y tecnologías de riego con un enfoque integrado y participativo. 

De este modo, el cumplimiento de la planificación y compromisos adquiridos, tanto del sector público como privado, son fundamentales para alcanzar los objetivos acordados en esta innovadora Política Hídrica Regional.