Compostaje y vermicompostaje: opciones que permiten combatir el cambio climático

Sabías que gran parte de los desechos domiciliarios corresponden a residuos orgánicos que al reciclarlos pueden reducir las emisiones de CO2. Aquí te lo contamos.

De acuerdo a datos del Ministerio del Medio Ambiente, se estima que la “bolsa de basura” de los hogares en Chile está compuesta en un 58% de residuos vegetales tales como restos de verduras, frutas y poda, que finalizan en los vertederos aportando a la generación de gases de efecto invernadero al ambiente.

Residuos que si son bien gestionados permiten reducir las emisiones de estos gases nocivos hasta en un 70%, aportando así a la mitigación del cambio climático.

Pero, ¿cómo reciclar esta fracción orgánica de los desechos del hogar? 

En el último tiempo y cada vez con mayor frecuencia y visibilidad, han surgido alternativas para aprovechar estos residuos como materia prima. 

Seguramente has oído hablar del compostaje, pero también aparece otro concepto, el vermicompostaje. ¿Qué son y cuales son sus la diferencias?

En esta nota de El Dato Sostenible te lo contamos.

Compostaje 

El compostaje es un proceso de transformación de la materia orgánica para obtener compost. Este se basa en un proceso biológico que ocurre en presencia de oxígeno donde los residuos orgánicos derivan en este abono natural para las plantas.

Y aunque algunos recién se están familiarizando con el concepto, en Chile destacan diferentes iniciativas y pymes a nivel nacional que promueven este hábito en sus hogares, colegios, universidades, empresas, entre otros espacios.

Una de ellas es Cleta Compostera, una pyme valdiviana de gestión de residuos orgánicos domiciliarios que mediante la entrega de contenedores para separar y reciclar estos desechos desde casa y su posterior retiro en bicicleta, aportan su granito de arena en la creación de un entorno más saludable junto a la comunidad. 

 Vermicompostaje

Otra forma de gestionar los residuos es a través del vermicompostaje o lombricultura, que es una biotécnica que consiste en utilizar la lombriz roja californiana (Eisenia foetida) para la degradación de los residuos orgánicos y la producción de humus, según indica el MMA. 

Esta lombriz se alimenta de los residuos, que por medio del proceso de digestión luego lo transforma en este fertilizante natural rico en nutrientes.

Un punto importante en el vermicompostaje es conocer que se puede dar de alimento a las lombrices. Entre ellas se encuentran restos de frutas, verduras, residuos del jardín y borra del café. 

Así también, hojas secas, cartón, papel limpio y cítricos pero en muy pequeñas cantidades. Además es muy importante dejar las vermicomposteras bajo sombra, ya que las lombrices son fotosensibles.

La pyme osornina especializada en vermicompostaje, “Osorno Organiko”, entrega más detalles y consejos sobre este proceso.

"Las vermicomposteras permiten darle un buen uso a los residuos orgánicos del hogar, reduciendo en un 50% la basura generada. Se pueden agregar a ella restos de frutas, hortalizas, hojas de árboles, hojas de papel, cartón, entre otros", informan.

En conclusión tanto el compostaje como el vermicompostaje son dos opciones ideales para reciclar los residuos orgánicos y aportar a la disminución de gases de efecto invernadero. siendo el primero de ellos ideal para los hogares, ya que requiere de más espacio, pero menos cuidados, con un proceso más lento para obtener el compost.

Por otra parte, el vermicompostaje es ideal para departamentos y espacios reducidos, siendo más rápida la obtención de humus (de tres a cuatro meses), pero necesita de más cuidados.

Y por supuesto, si no tienes la opción de hacerlo en tu hogar, puedes contar con los servicios de Cleta Compostera en Valdivia. 

Así también si quieres producir tu propio abono orgánico  a través del vermicompostaje, puedes contar con “Osorno Organiko", en la ciudad de Osorno.

Puedes conocer más información de estos dos emprendimientos verdes en @osorno_organiko y @cletacompostera.