“El desafío es permear el modelo profundo del negocio”

El director de la Comunidad B Patagonia Sebastián Videla, analiza la oportunidad que nos brinda la pandemia de trabajar en una reactivación sostenible y cómo ese cambio de mentalidad debe calar hondo en las empresas del sur austral.

“Esta es una posibilidad inédita, porque lo que ha ocurrido nos ha hecho reflexionar respecto de nuestra posición en el mundo y también de cómo nosotros generamos las relaciones con nuestros pares. Y uno de los resultados positivos de todo esto, es constatar cómo la gente se ha vuelto hacia el interior, a juntarse con sus pares, a conocer su entorno; entonces, en este “reseteo” que tenemos que hacer, hay una oportunidad de poder salir de esto -sin saber cuánto va a durar esta salida-, pero tenemos que aprovechar esta oportunidad para decir: lo podemos hacer de manera tradicional, o lo vamos a hacer a través de una reactivación sostenible… Ahora sabemos que en las empresas hay situaciones muy complejas, muchas han dejado de vender; otras han dejado de producir; otras han tenido que despedir gente, en fin. Pero en otros ámbitos, en lo púbico, o en aquellas empresas con capacidad financiera para soportar estos momentos difíciles, esta mirada sustentable de largo plazo debe estar presente. Tenemos que poner en la discusión, qué tipo de decisiones podemos ir tomado, para tener una reactivación verde”, partió diciendo Sebastián Videla, director de la Comunidad B Patagonia.

Y luego agregó. “Por ejemplo, si hoy desde el Estado tenemos la oportunidad de inyectar recursos para infraestructura, pensemos en una infraestructura que sea resiliente al cambio climático, o que permita incorporar aspectos más sostenibles en la construcción, o con áreas verdes, en fin. Para que hablar de la energía. Nosotros vivimos en el sur, y sufrimos con la contaminación atmosférica. Entonces, este es un momento para ver cómo pensamos en las ciudades el futuro, cómo hacemos esta transición, de manera sustentable. Y hay datos que así lo demuestran, que las empresas que toman este camino y las comunidades que toman esta opción; son capaces de sortear de mejor forma los efectos del cambio climático o los schock que va generando el mundo constantemente”.

¿Sientes que las grandes empresas han tenido ese proceso de reflexión, como para cambiar su relación con los territorios?

Yo soy director de la Comunidad B Patagonia, pero también trabajo en una empresa B, que es Nodo; una consultora que se dedica fuertemente al tema sustentabilidad y al relacionamiento comunitario. Por tanto, este tema de la relación de las empresas con su territorio, es algo que nosotros venimos trabajando desde hace mucho tiempo… Y en ese sentido, yo he visto un proceso, de ir incorporando al territorio a una relación distinta. Entonces, creo que hoy día, todo esto que ha pasado, ha acelerado la toma de decisiones en este sentido; las empresas están un poquito más conscientes de cómo trabajar con el territorio. Y lo pongo con un ejemplo concreto. Cuando hablamos de reactivación -y como no sabemos cómo viene esto para adelante-, el circuito corto va a adquirir mayor relevancia. La pandemia cerró los aeropuertos y las cuarentenas impedían que se hicieran grandes traslados de productos y servicios. Los emprendedores que sepan adecuarse a eso, van a ser muy relevantes; tenemos que potenciar a los productores locales, lo cual no sólo genera trabajo, sino que nos permitirá un ahorro de costos importante. Y eso nos va a permitir esperar una eventual segunda ola, mucho mejor preparados…

Entonces, como en todo, hay algunas empresas que han tomado un rol mucho más activo, y hay otros a los cuales la pandemia les ha ayudado a acelerar los procesos. Ahora, desde mi experiencia, siento que ha habido un cambio en estos últimos cinco años, en la discusión, en la forma en que las grandes empresas han enfrentado el tema…. Hay una discusión respecto de cómo las comunidades son parte del modelo de negocio y de cómo los hacemos parte a ellos, no sólo de los impactos, sino también de los beneficios, pero con una mirada de largo plazo… El desafío es institucionalizar esto, que esto vaya permeando el modelo profundo del negocio, y no sólo dependa de una o dos personas dentro de una organización.