Entrevistas
Por Roberto Gaete , 5 de noviembre de 2020“La arquitectura no pasa por lo construido, pasa por construir relaciones humanas”
“El tema de la vivienda, del barrio, de la energía, del reciclaje, se van a tomar la agenda”, anticipa el arquitecto y director de "Base Pública" y "Junto al Barrio", Nicolás Cruz.
Post estallido social y con la discusión de la Constitución por delante, y los temas medio ambientales que emergen con más fuerza que nunca; la voz de un arquitecto con vocación social, resuena con fuerza cuando queremos pensar en un país distinto. El es Nicolás Cruz, el fundador de dos fundaciones con un probado compromiso con el entorno, como son "Junto al Barrio" y "Base Pública"; organizaciones desde las cuales nos llama a encontrarnos en un país más fraterno, empático y justo.
Y dicha vocación, aquel bichito por mirar su profesión desde una perspectiva distinta, nació en su núcleo familiar; pero también en el aula. “A mí siempre me pateaba esta idea que en la universidad nos hacían proyectar casas de playas o grandes proyectos, y uno se preguntaba; dónde viven los chilenos y cómo viven los chilenos…. Durante mucho tiempo, este país se construyó como en Dinamarca, donde las preocupaciones de la arquitectura estaban en la electro-movilidad, que está muy bien; pero nadie estaba mirando que en los barrios no había veredas ni luminarias… Yo siempre discutía con mi profesor de historia, quien nos enseñaba monumentos, pero no cómo vivían los romanos; cuál era la arquitectura de las personas… Entonces, hay una deformación desde el principio. De manera que esta preocupación por lo social, se fue desarrollando cuando me fui a vivir a la Población Los Nogales en Estación Central, y ahí conocí un Chile que estaba oculto, un Chile real, de las personas, de la solidaridad; pero también de la desigualdad, de la injusticia, de la droga…”, parte diciendo.
“Cuando pensamos en los barrios, pensamos en espacios que permitan la convivencia humana. Cuando un arquitecto piensa en una obra, debe pensar en cómo ese espacio va a acoger los actos humanos, cómo se va a vivir al interior de ese espacio público o privado. Y personalmente creo que el arquitecto debiera poner su corazón, su vocación y su mirada en aquellos que viven peor, en aquellos que no pueden vivir dignamente. Entonces, la construcción de viviendas dignas debiera estar en el corazón de todos los arquitectos. Y eso yo creo que se fue perdiendo, por muchas publicaciones, mucho glamour de los arquitectos, mucha desconexión con la realidad, de cómo viven sus compatriotas. Y lo que yo he intentado al menos, es reivindicar esa labor del arquitecto, que el arquitecto debe tener su vocación puesta en aquellos que viven peor, o que no pueden construir las relaciones humanas que la convivencia exige. Entonces, cuando en una población no hay plazas para compartir o no tienen conexión para trabajar o no existen áreas verdes para una vida saludable; eso debiera ser la primera preocupación de los arquitectos. Y la arquitectura no pasa por lo construido, pasa por construir relaciones humanas. Por tanto, lo que hacemos en "Base Pública" o lo que hacemos en "Junto al Barrio", tiene que ver con tratar de reconfigurar esas relaciones humanas, independiente del espacio, que nos permitan ser un mejor país”.
Ustedes intervienen en los barrios, en la infraestructura y en los espacios públicos, pero también en el tejido social… ¿Con qué te has encontrado ahí, una vez que ustedes hacen la reconstrucción?
Con dignidad… Para que la gente entienda, "Junto al Barrio" lo que hace es intervenir con una serie de profesionales; arquitectos, antropólogos, trabajadores sociales, para construir dos cosas en el territorio: relaciones, buenas relaciones; y espacios públicos de calidad, para que puedan habitarlos… Entonces, cuando uno trabaja con gente de La Pintana y esos vecinos, con lo que conviven todos los días es con un basural, un sitio eriazo; y tú le construyes ahí una plaza, con participación ciudadana, donde ellos son protagonistas de la historia de su barrio, de su comunidad; les cambias la vida. Ellos te dicen luego que por primera vez se sienten posibilitados de invitar a alguien a su casa; y que antes no lo hacían porque les daba vergüenza… Y ahora que tengo esta plaza frente a mi casa, me siento digna, me siento plena… Siento que puedo construir todas las relaciones humanas que yo quiera. ¡Imaginen lo determinante que es! Miles de chilenos sienten vergüenza de invitar gente a su barrio. Entonces, esa prioridad es la que tiene que cambiar y esa prioridad pasa por los arquitectos muchas veces”.
En este nuevo Chile, ¿es posible pensar en viviendas sustentables, y no sólo pensando en la aislación térmica, sino que también en el entorno? En términos que lo que se construya de aquí para adelante tenga esa mirada…
No es posible, es un deber moral hacerlo… Se nos acaba el Planeta, ¡se nos acabó en agosto! Estamos sobregirados, le estamos pidiendo al Planeta más crédito para poder sostener esta convivencia humana. Por tanto, es una obligación moral hacerlo. Ustedes tienen en el sur problemas gigantescos con la leña en muchos sectores; la renovación energética es un imperativo de salud pública. Entonces, hoy estamos en una discusión enorme en Chile sobre el hidrogeno verde, sobre la energía solar; Chile es potencia mundial de energía renovable, tenemos que dar un salto cuantitativo en este sentido. Tenemos que seguir empujando políticas de cambio en la matriz energética y tenemos que construir cambios culturales en las personas… La sociedad civil, las organizaciones, los temas de reciclaje, el presionar a la autoridad para tener más sistema de energía y de cuidado de las personas, y de la salud del Planeta… Ayer Trump se salió del Pacto de Paris, uno de los tres países más contaminantes del mundo, se bajó del Acuerdo de Paris. ¿Quién lo va a hacer volver?, si no es la sociedad que clama por un mundo diferente. El poder está en la gente; está en las personas, en su capacidad de relacionarse, en las ideas que son capaces de construir; por tanto, llamo a buscarnos, a encontrarnos, en esas conversaciones que cambian el mundo. Y el tema de la vivienda, del barrio, de la energía, del reciclaje, van a ser temas que se van a tomar la agenda, por los próximos 5, 10 o 15 años, y ojalá para siempre, porque el Planeta ya no da más, y esa es la verdad.