Investigación & Desarrollo
Por Valentina Cortés Lehuei , 22 de febrero de 2023 | 09:40Buscan detectar tempranamente especies invasoras en Antártica
Con ayuda de un dron submarino y el análisis del casco de barcos, un equipo de investigadores de la UACh refuerzan su trabajo para detectar organismos que puedan perturbar la biodiversidad.
En el 2020, un grupo de científicos realizó un extraño hallazgo en las costas de la península Antártica, encontrando choritos (Mytilus cf. platensis), un ejemplar que no existe en el continente blanco.
Por ello, investigadores del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Ideal) de la Universidad Austral de Chile (UACh) se encuentran trabajando en el registro de especies presentes en la península, tanto autóctonas e invasoras.
Esto con el fin de analizar los cambios que ha sufrido el ambiente en el último tiempo.
Según datos de la investigación, las temperaturas en el océano Austral debido a los efectos del cambio climático y el incremento del tránsito marítimo post-pandemia son variables que facilitarían la llegada de especies marinas foráneas, perturbando el frágil ecosistema polar.
En este año de monitoreo, y dentro de la Expedición Científica Antártica 59 (ECA), realizan mediciones de ADN ambiental para generar un registro taxonómico de los organismos presentes en el agua.
Además, mediante un convenio entre Consorcio Ciencia2030 y la empresa Patagonia ROV permitirá el sondeo del fondo marino austral gracias a la utilización de un drone submarino.
El instrumento, que cuenta con ocho motores, cámara incorporada y que puede llegar a 100 metros de profundidad, permitirá extraer datos oceanográficos como clorofila, salinidad, temperatura, pH, entre otros parámetros, al interior de la bahía Fildes.
Objetivos de la investigación
La investigadora del centro Ideal y decana de la Facultad de Ciencias de la UACh, Dra. Leyla Cárdenas, informó que la iniciativa buscará levantar datos sobre la biodiversidad y conocer qué está ocurriendo en el fondo marino.
La asistente de investigación y quien tiene el desafío de operar el drone submarino con una temperatura que oscila entre los 0°C y 2°C durante la temporada estival, Camila Miranda, destacó el trabajo que se está impulsando.
“Buscamos complementar el trabajo que realizan los buzos científicos, accediendo a lugares de mayor profundidad que significarían un peligro para el ser humano”, indicó.
A esto se suma los primeros monitoreos de biofouling en Antártica, organismos que se adhieren a los cascos de los barcos y llegan hasta nuevos ecosistemas, con el riesgo de colonizarlos.
Durante febrero, los barcos serán revisados en la Antártica con ayuda del drone submarino, extrayendo muestras de ADN para detectar cambios entre su recorrido desde la Patagonia hasta bahía Fildes y buscar posibles microorganismos invasores.
Sobre este trabajo, la Dra. Cárdenas hace hincapié en la necesidad de monitorear las aguas antárticas.
"Cuando encontramos ejemplares de choritos en 2020, existía un tránsito de aproximadamente 70 mil turistas, que se detuvo tras la pandemia. En los últimos meses se ha reanudado la actividad marítima. Esto aumenta la preocupación y la urgencia de realizar el levantamiento de información”, concluyó.