Noticias Agrícolas
Por Andrea Bustos , 22 de abril de 2025 | 07:30Día de la Tierra: El desafío es ver bajo tierra... mirar el suelo

El suelo no solo sustenta la producción de alimentos que abastece los mercados locales y extranjeros, sino que también guarda un rol clave en la biodiversidad, la regulación hídrica y la mitigación del cambio climático.
En el Día de la Tierra, el foco se dirige inevitablemente hacia el suelo, ese recurso aparentemente inerte pero esencial para la vida en el planeta. En Chile, tierra de contrastes y vastos paisajes agrícolas, frutícola, forestales, vitivinícola etc.
El suelo no solo sustenta la producción de alimentos que abastece los mercados locales y extranjeros, sino que también guarda un rol clave en la biodiversidad, la regulación hídrica y la mitigación del cambio climático.
Más que tierra bajo nuestros pies
“El suelo es un organismo vivo”, afirma la doctora Claudia Cerda, académica del Departamento de Gestión Forestal de la Universidad de Chile. “En un puñado de tierra hay más organismos vivos que humanos sobre la Tierra, y todos ellos son esenciales para la salud del ecosistema”.
Desde microorganismos que descomponen la materia orgánica hasta lombrices que airean el terreno, la biodiversidad edáfica es crucial para el equilibrio del ecosistema. “Sin suelo saludable, no hay agricultura, no hay bosques, no hay alimentos”, agrega Cerda.
Devolverle vida al suelo
Este 22 de abril, nos recuerda que sin suelo saludable no hay futuro posible para la agricultura ni para la vida. En Chile, su cuidado es clave para la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de la fruticultura.
La erosión, el uso intensivo de fertilizantes sintéticos y la compactación del terreno son algunas de las amenazas que enfrenta el suelo agrícola chileno. Frente a esto, han surgido propuestas desde el ámbito académico y productivo para transformar las prácticas agrícolas.
“Nosotros entendimos que había que cambiar el paradigma”, comenta Francisco Meza, productor frutícola de la Región del Maule y pionero en prácticas regenerativas. En sus campos ya no se usan herbicidas y han introducido cultivos de cobertura para enriquecer el suelo. “Hemos visto mejoras en la retención de agua y la calidad de los frutos”, asegura.
También desde el mundo académico, el profesor Miguel Altieri, experto en agroecología y ex académico de la Universidad de California-Berkeley, ha impulsado un enfoque integral. “La agroecología considera el suelo como un patrimonio biocultural, que debe cuidarse como se cuida un bosque nativo o una fuente de agua”.
Biodiversidad: una aliada silenciosa
En zonas agrícolas, preservar la flora y fauna nativa puede tener efectos directos en la productividad. Así lo demuestra un proyecto liderado por la profesora Alejandra Muñoz, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en campos de berries de la Región del Biobío.
“Plantamos especies nativas alrededor de los huertos y notamos un aumento en la presencia de polinizadores, lo que se tradujo en una mejora en la producción”, explica Muñoz. “El suelo y su biodiversidad son una red invisible que sostiene la vida y la producción”.

Visión pública: hacia una gestión sostenible
Desde el ámbito gubernamental, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha desarrollado programas para monitorear y conservar los suelos agrícolas. En diciembre de 2023, junto con la Universidad de Chile, el SAG lanzó una campaña nacional para visibilizar el valor del suelo.
Esta campaña se argumentaba en que todas las funciones de la vida están directa o indirectamente vinculadas al suelo y enfatizaba lo fundamental que es desarrollar políticas públicas que fomenten su uso sostenible y eviten su degradación.
Asimismo, el Ministerio de Agricultura de Chile ha avanzado en la implementación del Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S), que desde hace más de una década busca mejorar la salud del suelo a través de cofinanciamiento a prácticas sostenibles.
El desafío de mirar bajo tierra
El suelo está silencioso. No grita cuando está enfermo, pero sus efectos se sienten: menor rendimiento, menor biodiversidad, más plagas. En tiempos de crisis climática, la conservación del suelo no es una opción, es una urgencia.
En palabras del ingeniero agrícola y asesor en agroecología Camilo González: "Si no cambiamos cómo tratamos el suelo, estamos hipotecando el futuro agrícola del país. Cuidar el suelo es cuidar la seguridad alimentaria, el empleo rural, y también, nuestra identidad".
Este Día de la Tierra invita a mirar hacia abajo, hacia esa capa delgada y vital que hace posible la vida. La salud del suelo chileno está íntimamente ligada a nuestra capacidad de producir alimentos sanos, conservar la biodiversidad y enfrentar los desafíos del cambio climático.
La tarea, como han dicho los expertos, es urgente, transversal y posible. Porque proteger el suelo es proteger la vida.