Reportajes
16 de diciembre de 2024 | 14:43Caso desaparición Julia Chuñil: “Si me pasa algo, ustedes ya saben quién fue”
Sus familiares hablan sobre el persistente hostigamiento que la dirigente mapuche habría sufrido.
En una dolorosa trama de conmoción nacional se ha transformado la desaparición, hace más de un mes y hasta ahora sin rastro, de la presidenta de la Comunidad Indígena Putreguel de Máfil, Julia Chuñil Catricura.
Su familia describió cómo fueron los primeros días de búsqueda, esenciales en toda investigación por presunta desgracia, y revelaron antecedentes que conectan su desaparición con un conflicto territorial en la zona.
Desaparición y búsqueda
Según declaró Javier Troncoso Chuñil, hijo de Julia Chuñil, para el medio El Puelche, su madre habría salido, como era parte de su rutina, en busca de sus animales hacia el predio Reserva Cora Uno A, también conocido como La Fride o Lafrir, distante a un poco más de un kilómetro desde su casa, en el sector Huichaco sur de Máfil. En ese lugar, Julia Chuñil había ampliado una construcción existente, donde a veces alojaba.
Acá también se quedaba ocasionalmente una mujer conocida como Anacato, a quien Julia Chuñil habría recibido ya que se encontraba en situación de calle y con quien sus hijos pensaron se había quedado el fatídico viernes 8 de noviembre, cuando vieron por última vez a su madre, según relata Troncoso Chuñil.
“Nosotros pensamos que estaba con su amiga, pero yo el día domingo la voy a buscar para almorzar y esta amiga me dice que mi mamá no estaba, que la vino a buscar el pololo, riéndose. Y yo le volví a repetir, ¿dónde está mi mamá? Y ella me dice que salió hace dos días ¿Por qué no nos avisó al tiro?, le dije, y ahí volvimos, dimos la alarma en la casa y empezamos la búsqueda”, contó su hijo al medio local.
Posteriormente, se instaló un campamento improvisado en el Fundo La Fride para recibir y dar alimentación a las más de 100 personas que diariamente colaboraron con la primera búsqueda oficial que, según Javier Troncoso, se desarrolló entre el lunes 11 y el viernes 23 de noviembre.
Según Javier, tras la alarma nacional de bomberos, llegaron voluntarios de distintas ciudades de Chile.
“Estamos muy agradecidos, en especial, de bomberos. También participaron forestales, vecinos, tres carabineros del GOPE, dos efectivos de la PDI, aparte de los helicópteros que sobrevolaron”, agradeció Troncoso Chuñil.
Diligencias
La familia criticó los primeros trabajos de búsqueda de su madre, señalando que estos contaron con poca dotación de personal, además comentaron que la primera fiscal que tomó la denuncia por presunta desgracia ni siquiera los citó para tomarles declaración.
Por su parte, el 14 de noviembre, seis días después de la desaparición, el delegado presidencial de Los Ríos, Jorge Alvial, se hizo presente en el sector de la búsqueda y se reunió con la familia, dónde también se incorporó a la búsqueda un sistema de drones, sin resultados positivos.
"Ahora queremos que haya más apoyo en el río San Pedro, que lleva un torrente grande en estas fechas, porque no hay rastros de ella en el fundo, ni su machete, ni el perro, ni una pieza de ropa. Allá anda harto el chancho jabalí y el puma, pero no hay un resto de nada, ni un pedazo de ropa, es como que la sacaron de ahí”, destacaron.
Posterior a esa primera búsqueda oficial y tras la asistencia de familiares de Julia Chuñil a la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, en compañía de la ONG Escazú Ahora, el caso pasó a manos del fiscal Carlos Bahamondes, de la fiscalía regional de Los Ríos, cuya carpeta investigativa se mantiene en reserva.
Escazú Ahora
El Acuerdo de Escazú adoptado en 2018 en Costa Rica y al cuál Chile se hizo parte en 2022, busca elevar los estándares respecto del acceso a la Información y participación pública, así como a la justicia ambiental.
Según un Informe de la ONG Escazú Ahora de octubre de 2023, no existen avances significativos en la creación de una institucionalidad de alerta temprana y protección para los defensores de derechos humanos y ambientales
Desde Escazú Ahora han insistido en la importancia de que el Gobierno le otorgue urgencia al proyecto de Ley que regula la protección de las y los defensores de la naturaleza y los derechos humanos en asuntos medioambientales.
Por su parte, los familiares de Julia Chuñil solicitaron a fines de noviembre un apoyo jurídico tanto a la Subsecretaría de Derechos Humanos, como al Instituto Nacional de Derechos de Los Ríos, sin embargo, ambos organismos respondieron que no contaban con la capacidad de poner a su servicio a algún abogado o abogada.
Amedrentamientos a Julia Chuñil
Según contaron sus propios hijos, Julia Chuñil debió enfrentar acciones directas de amedrentamiento, durante el tiempo que mantuvo la recuperación productiva del predio de donde desapareció.
“Ella sólo quería campo para cuidar a sus animales, ella lo cercó, lo limpió para tener pasto para sus animales”, señaló la familia a El Puelche.
Respecto de quién está detrás del hostigamiento que sufrió Julia Chuñil antes de su desaparición, sus hijos advierten que tienen sospechas de un empresario agrícola y forestal del sector que dice ser dueño del predio, Juan Carlos Morstadt Anwanter.
“Él (Morstandt) le ofreció plata a los vecinos para que le cortaran el camino por donde ella transitaba y se lo cortaron, ella ahora no pasaba por ese camino, se consiguió permiso por otro lado y resulta que aparece otro vecino tratando de hacerle una zanja, y todos pensamos, a lo mejor don Juan Carlos le ofreció plata, porque el primer vecino que cerró el camino me dijo en la cara que él le había pagado $3 millones”, declaró el hijo de Julia, Pablo San Martín.
Una compra de terreno frustrada
Todo se remonta al 2004, cuando la Comunidad Blanco Lepin originaria de Lautaro presenta su demanda de tierras. Un año más tarde la Conadi de La Araucanía, le entrega la resolución de aplicabilidad para la compra de un terreno.
En medio de las negociaciones del terreno al que se trasladarían, en la Región de Los Ríos, el Banco Scotiabank Chile, dueña del predio, hace negocios con Morstadt y le vende mediante un crédito hipotecario del mismo banco con ciertas cláusulas, el mismo predio a su empresa, la Agrícola, Forestal y Ganadera Juan Carlos Morstadt Anwandter.
Finalmente, el 23 de agosto de 2011, menos de un mes después de que el Banco Scotiabank Chile vendiera a Morstadt, se firma la compraventa entre la Comunidad Blanco Lepin y la empresa de Juan Carlos Morstadt.
Sin embargo, al no haber cumplido algunos acuerdos por parte de la empresa agrícola forestal de Morstadt, la comunidad acordó no hacer uso del predio y en 2013 demandó por incumplimiento de contrato a la empresa, al Banco Scotiabank Chile y a la propia Conadi.
Según cuentan familiares y vecinos de Julia Chuñil, Juan Carlos Morstadt tendría interés en vender nuevamente el predio Reserva Cora Uno – A. Por esa razón es que insistentemente ofreció dinero a Julia y a su familia para que se fuera del fundo.
No sólo eso, como lo relata Pablo San Martín, en la querella criminal presentada el pasado 8 de diciembre, con apoyo de Escazú Ahora, existen otras situaciones en que estaría vinculado Morstadt.
“El empresario le habría realizado ofertas de dinero directas para que se retirara del lugar, señalándole: Ya po Julia, ya los tengo a todos comprados. Faltai tú no más”, detalló.
Otro amedrentamiento, comentado por Pablo San Martín en la querella se refiere a amenazas de incendiar la cabaña que su madre ocupa en el fundo.
Ante la falta de indicios sobre el paradero de Julia Chuñil, Brunilda Tripay, así como su familia y vecinos sólo esperan que se llegue a la verdad.
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