Proyecto permitió a 25 familias valdivianas integrar el vermicompostaje en sus hogares

La iniciativa que benefició a la junta de vecinos N°78 de la Villa 2.000, del sector Angachilla, fue ejecutada por Cletacompostera.

El pasado jueves 26 de diciembre se dio por finalizado un proyecto que permitió a 25 familias de la junta de vecinos N°78  de la Villa 2 mil, del sector Angachilla en Valdivia, incorporar a sus vidas el vermicompostaje y el reciclaje de residuos orgánicos.

Se trató de la iniciativa ¡Villa 2000 Recicla sus Residuos Orgánicos! Programa Piloto para vermicompostaje en el hogar, financiado por el Fondo de Desarrollo Medioambiental (Fodema), de la Municipalidad de Valdivia y que fue ejecutado por la Pyme local dedicada a la gestión de residuos orgánicos domiciliarios, Cletacompostera, durante tres meses.

El proyecto consideró la entrega de un kit para cada familia con vermicomposteras, un recipiente para separar los residuos y todas las herramientas necesarias para la labor, además de un acompañamiento personalizado con cada uno de los beneficiados.

El vermicompostaje o lombricultura, es una biotécnica que consiste en utilizar la lombriz roja californiana (Eisenia foetida) para la degradación de los residuos orgánicos y la producción de humus, un fertilizante natural rico en nutrientes.

Incorporando hábitos sostenibles

La fundadora de Cletacompostera, Claudia Pérez, detalla a Diario Sostenible que este trabajo se desarrolló a través de mentorías individuales y talleres grupales, siendo el primero de ellos la inducción sobre la importancia de la separación de residuos y el reciclaje de orgánicos.

“El monitoreo uno fue la entrega y habilitación de la vermicompostera, haciendo la primera integración junto a las familias explicando la forma de utilizarla. Los otros dos monitoreos fueron para evaluar cómo han ido integrando el hábito y cómo ha afectado positivamente con relación a sus residuos. Tuvimos resultados muy positivos con familias, incluso que ya están listas para cosechar abono, que es algo súper rápido”, señala.

Una de las participantes fue Cecilia Mora, quien valoró la experiencia y lo fundamental de inculcar estos hábitos en los hogares.

“Me sentí muy satisfecha con el curso, ya que me enseñó a reciclar y a que eso podría ser muy provechoso para mis plantas y para el medio ambiente, para dejar un mejor planeta las siguientes generaciones", destacó.

También la vecina del sector, Pilar Noches, compartió su entusiasmo y llamó a que se generen nuevas instancias de aprendizaje como estas. 

“Me gustaría dar las gracias a Claudia, que fue una excelente profesora y que tuvo mucha paciencia con nosotros, también a Fernando que nos prestó la sede para hacer estas actividades. Fue lindo compartir con personas que no conocía. Muchas gracias por las enseñanzas", agradeció.

El último taller abordó el harneo en las vermicomposteras para las familias que ya están en esta etapa o que lo realizarán a futuro, junto con ser una instancia para dar cierre al proyecto y compartir la experiencia de sus participantes.