Columna de Opinión
Por Roberto Gaete , 11 de enero de 2021Innovar para impactar
"Cerramos el 2020 lanzando un nuevo formato: nuestra lata de 350 cc que nos convirtió en la primera kombucha en lata de nuestro país", dice la fundadora de Kombuchacha, María Prieto, en esta columna.
Sin duda el 2020 fue un año de desafíos. Una pandemia que nadie podía prever nos obligó a parar y replantear aspectos fundamentales a todo nivel. Desde el cómo vivimos, hasta la manera en que hacemos negocios. Y es que para las marcas, especialmente para las Pymes, la tarea no fue fácil, pero las que supimos adaptarnos, conocimos un mundo de nuevas oportunidades que ahora no son más que buenas perspectivas de cara al futuro.
En este sentido, una de las grandes lecciones fue la importancia de ser flexibles y de innovar sin perder nuestra esencia, que en el caso de Kombuchacha es dar vida a un proyecto virtuoso con el medio ambiente y las personas, por medio de la fabricación de una bebida 100% viva, justa y natural. Y es clave entender que interpretar y gestionar correctamente los cambios del entorno es una máxima que llegó para quedarse. Así lo ratifica el barómetro Covid–19 desarrollado por la consultora Kantar, que analizó cómo se han sentido y actuado más de 150 mil personas en más de 60 mercados, determinando que, dadas las presiones financieras, sanitarias y las nuevas conductas; los consumidores no volverán al comportamiento pre-pandémico en el corto plazo. En este contexto, concluyeron, la oportunidad está en innovar en tiempos de crisis, entregando una propuesta de valor adecuada que funcione para sus consumidores en este escenario.
Desde Kombuchacha, nuestro querido emprendimiento que comenzó hace tres años en una cocina familiar y es hoy la primera kombucha orgánica certificada presente en Chile de Arica a Punta Arenas; entendimos esta tarea, nos atrevimos y generamos cambios. Por una parte, reforzamos la comunicación para explicar de mejor manera, y a nivel masivo, los atributos diferenciadores de nuestra bebida y de su modo de producción; que tiene como principal preocupación el cuidado de las personas desde el campo a la mesa. Al mismo tiempo, nos la jugamos por llegar a más puntos de venta, para ser un producto al alcance de todos. Y finalmente, cerramos el año lanzando un nuevo formato: nuestra lata de 350 cc que nos convirtió en la primera kombucha en lata de nuestro país. Esta fue nuestra gran innovación de 2020 y estamos seguros que gracias a este esfuerzo podremos cautivar a nuevos consumidores con un envase que además de tener un precio menor, es 100% reciclable, consume menos energía y emite menos gases de efecto invernadero en su elaboración.
Así recibimos el 2021, con incertidumbre por cierto; pero convencidos de que siendo fieles a los valores que nos mueven sabremos salir adelante y seguir innovando, no para crecer sino para impactar. Porque Kombuchacha llegó para quedarse, seguirá construyendo un mundo más afortunado y está viva, más viva que nunca.