Columna de Opinión
Por Valentina Cortés Lehuei , 6 de marzo de 2023 | 17:30Esterilización animal: una acción imprescindible
En el marco del Día Mundial de la Esterilización Animal, la encargada de tenencia responsable The GAAP, Paula Marín, aborda en esta columna la importancia del procedimiento y desmiente algunos mitos.
Para la Alianza Global para Animales y Personas (GAAP), la esterilización de mascotas es un tema de absoluta relevancia y nunca estará demás recordarle a los tutores y tutoras de animales domésticos la importancia de este procedimiento.
En primer lugar, porque según la Ley 21.020, de Tenencia Responsable de Mascotas, “está prohibido que cualquier municipalidad", servicio público u ONG sacrifique animales para el control de la población de perros o gatos”, por lo que la responsabilidad queda alojada 100% en los dueños.
A través de la esterilización podremos controlar el crecimiento de las poblaciones caninas y felinas, reduciendo las camadas indeseadas y el abandono animal.
Por otro lado, el procedimiento entrega ventajas a la salud de las mascotas, como la reducción del riesgo de problemas reproductivos (cáncer de glándula mamaria, la piometra o el cáncer testicular).
Además previene la pseudogestación, elimina la presentación del celo (sangrado), previene la transmisión de enfermedades sexuales como el Tumor Venéreo Transmisible (TVT) y puede reducir las huidas de las mascotas desde el hogar.
A la hora de sumar razones de por qué es necesaria la esterilización, podemos mencionar que, en promedio, las perras y gatas tienen camadas de cinco a seis (dependiendo de la raza y edad) y de cuatro a cinco respectivamente, y que de reproducirse el tutor deberá asegurarse de que todos los cachorros accedan a hogares con tutores responsables.
¿En qué consiste el procedimiento?
La esterilización es un procedimiento quirúrgico en el cual se remueven los ovarios y útero (o sólo ovarios) de las hembras en perras o gatas, y, los testículos en los machos.
Como toda cirugía requiere anestesia general, por lo que es necesario hacer un examen general completo y exámenes de sangre para evaluar la funcionalidad renal y hepática.
En el transcurso del tiempo se han generado diversos mitos sobre las consecuencias de la esterilización en animales, por ejemplo que los machos “dejan de serlo”. Esto es totalmente falso, ya que al quitarle los testículos a los perros o gatos no cambian su sexo, sino que puede cambiar su instinto por aparearse.
Otra creencia generalizada es que las hembras “deben” tener una camada y un celo antes de ser esterilizadas.
Falso: es posible realizar el procedimiento sin camadas ni celos previos. También es falso que las mascotas se pondrán “gordas y flojas”, ya que esto depende de otros factores, como la actividad física y la alimentación.
En resumen, esterilizar a las mascotas es un acto de responsabilidad social y animal, ya que es el método más eficaz para el control de la población y reducción del abandono de camadas no deseadas.
Por eso animamos a la población a esterilizar a sus mascotas.
¡No queremos más animales abandonados!