Columna de Opinión
Por Claudia Vargas García , 23 de abril de 2022 | 08:35En el Día de la Tierra, la necesidad de un financiamiento sostenible
En esta columna, Gerardo Wijnant, responsable de Impacto y Ecosistema, de la Oficina Pacífico Sur de la Banca Ética Latinoamericana, destaca la importancia de potenciar el financiamiento y canalizar la inversión en empresas con enfoque en sostenibilidad.
Este 22 de abril se conmemoró el Día de la Tierra y la situación del planeta está lejos de ser la ideal y nuestro país también tiene una gran deuda al respecto, más aún en el tiempo de pandemia que nos ha tocado vivir.
Si no cuidamos y resguardamos hoy nuestros recursos naturales y ecosistemas no habrá sustento para las futuras generaciones. Tenemos una gran obligación moral y ética de respeto hacia ellas, que son o serán nuestros hijos y nietos, y si no tomamos conciencia, no habrá vuelta atrás.
Escuchamos de manera persistente la necesidad de lograr mayor crecimiento económico como país y se presentan cifras, ideales para los años siguientes, pero se discute poco acerca del contenido, es decir, como estaría construida esa cifra. Sólo hablamos de un número, pero detrás de esa cifra ¿Qué hay? ¿Cómo se asegura que ese crecimiento sea sostenible y genere equidad? Siendo esto cierto, podemos apreciar algunas buenas noticias en esta línea.
Sin entrar en mayor detalle, la decisión del gobierno de querer suscribir el Acuerdo de Escazú, es una gran noticia para colocar parámetros necesarios que permitan proteger, de manera más adecuada nuestros ecosistemas, a través de asegurar el acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos medioambientales.
Es “un pacto que busca profundizar en la democracia medioambiental y proteger a las poblaciones más vulnerables en el contexto del cambio climático”. Esto es un incentivo a que los proyectos de inversión y el trabajo de las empresas estén enfocados en apreciar estos aspectos y resguardarlos.
Esto es muy positivo y va en la dirección correcta pues genera las certezas de qué estilo de crecimiento necesitamos hoy, y por tanto el consecuente desarrollo que realmente pueda ser sostenible.
Al mismo tiempo y aunque parezca contradictorio, el gran debate que se ha generado al interior de la Convención Constitucional sobre los temas relativos a medio ambiente, sin entrar en juicios al respecto, implican que el tema del cuidado de la Tierra esta siendo tomado con mucho interés y fuerza por casi todos los integrantes.
Debatir, aunque sea complejo siempre es necesario y esto da cuenta de la relevancia mayor del tema. Si no lo fuese, probablemente no hubiese existido mayor debate o discusión. Nos habla de interés real.
Dicho lo anterior, se convierte en un imperativo potenciar el financiamiento y canalizar la inversión en empresas y organizaciones que ubican los criterios de sostenibilidad en primer lugar. Ese es el foco que Doble Impacto, como plataforma de soluciones de financiamiento, tiene en su camino a convertirse en el primer banco con lineamientos 100% éticos en Chile y con proyección latinoamericana.
Nuestro desarrollo como país ha sido desigual y ahora tenemos oportunidades de mejora. Entonces, se hace necesario revisar nuestras políticas económicas y sociales destinadas a disminuir brechas de equidad, compatibilizando con el adecuado cuidado del planeta.
En este sentido, la Banca Ética a la que apuntamos, es un concepto bien comprendido en otras naciones desarrolladas y en Chile y América Latina asoma cada vez con más fuerza, gracias al trabajo que hemos desarrollado.
La Banca Ética es una realidad cuyos fundamentos ya están integrándose y discutiéndose con fervor, porque cada vez más actores, en variados sectores económicos y sociales, comprenden que para que podamos vivir en equilibrio en este planeta es urgente que nos preocupemos de todo aquello que nos atañe, tanto internamente en la organización, como hacia el exterior, con todos nuestros grupos de contacto o stakeholders.
Ese es el tipo de organizaciones que nuestro proyecto desea apoyar a través del uso consciente del dinero, canalizándolo hacia actividades de impacto positivo en lo social, ambiental y cultural.
El crecimiento económico es bienvenido, pero con el marco de referencia que nos entrega el aporte real y cuantificable hacia el bien común y el cuidado de nuestra Tierra.
Es sólo de esta manera que lograremos alcanzar una sociedad más digna, equitativa, inclusiva y, por cierto, sostenible en el más amplio sentido de la palabra. En esto estamos comprometidos y seguiremos con fuerza por respeto y agradecimiento a todo lo que nos entrega nuestra Tierra.
Autor:
Gerardo Wijnant San Martín Responsable de Impacto y Ecosistema
Oficina Pacífico Sur - Banca Ética Latinoamericana.